LLAGA TEMOR: FREDDY Y EL GENERAL

Don Florencio, en un día terrible, salió a retar a todos. Como le gusta, como un general que busca encuadrar a su tropa con un par de gritos y poniendo en claro que no hay nada que negociar, bajó el mensaje: dará un diez por ciento de aumento en julio y hará remunerativo el mismo aumento que dio en 2006. Todo dicho y se acabó. Si ganás 1.000 pesos, cambiá tu vida con 100 pesos y ni chistar. Es la Ley La Prensa, ¿ok? Semejante general del miedo no actúa solo. Y ahí está Freddy Krueger, firme como siempre. "Mejor agarren esto, que si no bajan la persiana". "Yo que ustedes empiezo a repartir currículum". A Freddy, recordemos, después de tanta pesadilla se le pierde el respeto y hasta se vuelve gracioso. Hoy, ¿quién se asusta del pelado de sombrero con guante metálico? Nadie. Freddy asusta cuando uno es niño y no comprende muchas cosas. Cuando se empieza a entender, en cambio, sólo causa risa, y a alguno que otro, lástima. En definitiva, es apenas un ser desagradable que vive cuando el resto se duerme. Despiertos, no existe.